Tramo Triacastela - Furelos

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La decisión más importante de esta etapa, justo al salir de Triacastela, es si vamos por San Xil o por Samos, ambas tienen su encanto. Samos nos mostrará el monasterio benedictino y su hospitalidad, quizás el monumento más apreciado del Camino en Galicia; discurre siempre por el valle del Oribio, con todo el encanto de la vera del río que, aunque más galaico en su frondosidad, nos recordará la compañía del Valcarce. Ambas opciones tienen tramos por carretera, pero por San Xil mucho menos transitada. Esta última ha sido la que yo siempre he escogido. 

En la época monacal, los monjes preferían ubicar sus monasterios en lugares apartados del bullicio de las ciudades y pueblos, para facilitar el retiro y el recogimiento. No obstante no se apartaban demasiado del Camino o de los lugares de abastecimiento principales. Por ello, según se recoge en los textos más fiables, era raro encontrar monasterios en plena ruta jacobea ubicándose éstos a una distancia prudencial. Digo esto porque de las corrientes que trazan el camino por un sitio u otro, yo me quedo con el Camino original de San Xil. Es más directo a Sarria, más corto ( unos 6 Kms menos) y, dejando aparte estas cuestiones, más "galaico". 

Cruza por bosques autóctonos y fragas de robles y castaños, atraviesa aldeas que se han detenido en el tiempo y comparte vía con las usadas por el ganado y, ya desde el alto de Riocabo empieza a divisarse la vega de Sarria, espectáculo que no disfrutaremos desde las tierras más bajas de la ribera del Oribio. Montán, Fontearcuda, Zoo y Furelos (Furela) enlazan tramos de belleza espectacular, y ya en la bajada final, hasta llegar a Calvor, un encajonado y ancho camino nos revela por qué Galicia es como es, húmeda, verde y virgen. Un espectáculo para los sentidos. El Camino que atraviesa estos bosques es, para mí, el más impresionante de todo lo recorrido hasta ahora, lástima que sea tan corto...

No hay albergue ni restaurantes ni hoteles en la variante de San Xil, hasta llegar a Calvor, donde se encuentra el albergue más aislado de la civilizacion de la Xunta de Galicia. No hay nada en sus alrededores, aunque cerca de Sarria, disuade la distancia (una hora aprox.) a la que se encuentra. Hay un bar caminando en sentido contrario (no debemos fiarnos de que esté abierto) que te vienen a recoger en coche y te devuelven al albergue después de cenar. La hospitalera tiene los datos.